miércoles, 27 de enero de 2016

Periodo de adaptación


Hola familias, lo prometido es deuda y dentro del poco tiempo que me deja mi peque, he aprovechado para escribiros sobre el periodo de adaptación.

¿Qué es el período de adaptación? Podríamos decir que el período de adaptación es el tiempo que cada niñ@ necesita para sentirse segur@ y confiad@ en su nuevo entorno, hasta llegar a aceptar voluntariamente la situación. Durante ese tiempo, el niñ@ debe elaborar la dificultad de separarse cada día de sus papás; tiene que aprender a reconocer el nuevo espacio como un lugar seguro en el que se sienta protegid@; tiene que adaptarse a nuevos horarios, niñ@s desconocidos, personas diferentes, otras comidas, otras normas… El niñ@ comienza a ampliar su conocimiento del mundo y seguramente, por primera vez en su vida, deberá enfrentarse a una nueva situación, a solas con sus posibilidades, sin que sus papás estén presentes. Ante esta circunstancia, no es de extrañar que los niñ@s experimenten sensaciones de inseguridad, abandono o desprotección.

Se pueden dar cambios conductuales como consecuencia de lo anterior, durante los primeros días, es posible que los niñ@s modifiquen algunas de sus conductas. Lo más frecuente es que se muestren más sensibles, nerviosos, que presenten alteraciones del sueño, cierta agresividad o cambios en los hábitos de alimentación. Todo ello es normal. Los niñ@s todavía no tienen suficientes recursos expresivos, no hablan y sólo pueden expresarse con los medios que tienen a su alcance, sobre todo el llanto. Algunos niñ@s lloran poco, pero se muestran retraídos, aferrándose fuertemente a la persona que va a llevarlos o recogerlos, y desarrollan conductas temerosas ante los extraños. Igualmente están expresando a su manera, la inseguridad que viven en esos momentos.

Miles de niñ@s empiezan cada año adaptaciones y suelen ser un trance difícil (también para muchos padres) pues significa, especialmente para los que van por primera vez, un gran cambio en su vida. Hay algunos consejos que como padres podemos seguir para lograr una mejor adaptación de l@s niñ@s.

Lo primero es ponernos en su piel y comprenderlos. Pensad en un niñ@ que se separa de sus padres por primera vez y lo dejan en un sitio que aún no le resulta familiar, al cuidado de una persona que no conoce, junto con un puñado de niñ@s también desconocidos, y muchos de ellos llorando desesperadamente. A cualquiera, incluso a muchos adultos, le daría una angustia tremenda, ¿verdad?

              En la primera infancia, todo es nuevo para l@s niñ@s. Y sólo nosotros, los padres somos los únicos que podemos ayudarles con el apoyo y la comprensión que ell@s necesitan en momentos como éste. La integración del niñ@ debe realizarse paulatinamente, es decir, pasito a pasito, sin prisas ni agobios. Es muy importante respetar los tiempos y las exigencias de cada niñ@ en particular.

              Para conseguir que vuestr@s hij@s se adapten bien, sobre todo, si es la primera vez que le llevas, es recomendable seguir estos consejos que le ayudarán a superar esta situación con naturalidad.

1. Adaptación horaria. Al principio, llevar al niñ@ sólo durante unas algunas horas y, poco a poco, ve aumentando el horario. Cada niñ@ necesita de su tiempo.

2. Objetos de apego. Deja que vuestr@ hij@ lleve, se así lo desea, su juguete preferido, o algo que le sea familiar y le mantenga unido con su hogar.

3. Despedidas rápidas. Evita prolongar las despedidas en exceso. Hay que transmitir seguridad al niñ@ y evitar dramatismos. Tu hij@ debe saber que dentro de un rato vendrás a recogerle y que lo que estás haciendo es lo mejor para él.

4. Motivación y ánimo. Al salir, dedica tiempo a tu hij@, jugando con él. Es bueno que descubra que lo que hace en el centro no es tan distinto de lo que hace habitualmente en casa. Anímale a compartir contigo las experiencias que aprende. Y demuestra alegría y entusiasmo por sus progresos.

5. Entradas y salidas. Es conveniente que la madre o el padre vayan a llevarle y a recogerle. Esta rutina le proporcionará seguridad y, además, se acostumbrará antes al cambio.

6. Contacto directo. Siempre que lo consideres necesario habla con la educadora sobre tus dudas, tus inquietudes y sobre cualquier cambio que observes en el niñ@.

7. Actividades. Busca estar informada sobre las actividades que están desarrollando: canciones nuevas, estaciones del año, etc, para entender y potenciar su aprendizaje.

8. Evolución y etapas. Los aspectos de la evolución del niñ@ deben ser coordinados con la educadora (retirada del pañal o del chupete) para que se lleven de la misma forma que en casa.

9. Alimentación. Procura tener en cuenta qué es lo que come cada día, solicitando el menú, para poder ofrecerle una dieta más equilibrada.

10. Ambiente relajado. Para una mejor adaptación del niñ@ conviene que su día no empiece con prisas o agobios por salir de casa. Así que nada de prisas por la mañana. Procura despertarle con tiempo para que desayune tranquilamente y se dirija sin agobios.


Los cambios son difíciles de gestionar, sobre todo para l@s niñ@s de corta edad. Por tanto, es importante que les apoyemos, acompañemos y ayudemos a adaptarse de la mejor manera posible.


Espero que os sea útil la información.




jueves, 21 de enero de 2016

Reapertura del Tipi Hibiscus


El Tipi Hibiscus reabre sus puertas, si recordáis cerré el blog por una futura maternidad a finales del mes de marzo, aunque seguí con mi actividad con l@s peques hasta el mes de julio, en septiembre mi pequeño nació y como todo lo bueno se acaba, en enero he vuelto a reabrir el servicio, comenzando con las adaptaciones de dos peques, o eso era lo que yo creía, pero estaba muy equivocada, no sólo he comenzado con dos pequeñ@s nuevos en el servicio, sino que mi hijo y yo también hemos comenzado una adaptación, nada fácil.

Una de las cosas estupendas que tiene este trabajo (que tiene muchísimas) es que ni yo ni mi hijo tenemos que sufrir la ausencia por la separación del otro, ya que él puede estar conmigo hasta que cumpla los tres años y tenga que ir al colegio (de eso hablaremos cuando llegue el momento) y a su vez poder socializarse con otr@s niñ@s de su edad.

Pero las cosas no fueron saliendo como yo pensaba, hasta ahora no había tenido problemas con las adaptaciones, al ser un servicio con un número de niñ@s muy reducido y al ser una continuidad del hogar familiar, las adaptaciones eran muy rápidas, en apenas una semana l@s peques se quedaban jugando en mi casita sin ningún problema, pero… esta vez es distinto, mi pequeño lactante, que es mi apéndice, del que apenas me he separado unas horas en cuatro meses, tiene que aprender a compartir a su mamá y hasta ahora él ha sido lo primero, si él me demandaba yo dejaba lo que estuviera haciendo fuera dormir, comer, ducharme… para atender su demanda. En mi casa era él el que mandaba, había anarquía de horarios, lo normal a esta edad, es complicado establecer rutinas y he de decir que es un niño muy muy bueno, que se adapta a cualquier espacio o situación. Pero he aprendido que eso ha sido porque en todo momento me ha tenido cerca de él, pendiente de sus demandas.

Así que por el bien de él, de l@s peques que están empezando, de sus familias y por supuesto de mi misma decidí cambiar los hábitos de vida que estábamos llevando y comenzar a establecer unas rutinas más marcadas de las que estábamos llevando hasta ahora (tanto de sueño como de lactancia).

Los días han ido pasado y poco a poco vamos estableciendo horarios más marcados, gracias a las rutinas. Los otr@s peques también se van adaptando al nuevo espacio, a mí y a l@s otros niñ@s, aprendiendo que no están sol@s y que existen como yo les llamo “prioridades”. A un@s les cuesta más que a los otr@s, pero poco a poco estoy consiguiendo que tod@s estemos lo más cómodos posible. Aún quedan dos peques por incorporarse que lo harán a lo largo del mes de febrero. Y os iré contando, la semana que viene os dejaré unas pautas y recomendaciones sobre el periodo de adaptación. Os dejo con unas fotos de l@s peques.