Buenas
y lluviosas tardes a todos.
Ayer
os prometí que un día íbamos a hablar de los cuentos infantiles, la verdad es
que pensaba dejarlo para más adelante, pero hoy el tiempo no ha acompañado (que
suele ser bastante habitual en Pamplona, de ahí esa envidiable vegetación que
tenemos) para salir a pasear y hemos decidido hacer un taller de cuentos,
enlazado a los muchos y diversos que vimos ayer y a la lectura de los que
adquirimos.
Como
habréis visto en la parte dedicada al espacio y los materiales, en el Tipi
Hibiscus tenemos un rincón del cuento, con ejemplares que voy reemplazando
conforme a la edad de los niñ@s. Soy de la opinión que es un rincón que debe
estar desde el inicio ya que afortunadamente hoy en día hay libros para todas
las edades, los adecuados para los primeros meses son los que pueden manipular
en materiales como el plástico o telas. Esta zona tiene la suficiente entidad
como para ser permanente y programarse como el resto de rincones del Tipi: no
lo usamos para completar momentos libres de la jornada.
Este
rincón está situado en una zona accesible y tranquila para crear un buen
ambiente para la lectura, la intención es que se transmita tranquilidad, es
acogedor, cómodo, luminoso y su disposición facilita la comunicación. El suelo
está revestido de un puzzle-alfombra y unos cojines para que los pequeñ@s
puedan adoptar su postura preferida, todos los libros están en las estanterías
contiguas y por supuesto a su altura.
El
valor educativo de los cuentos es enorme y os lo voy a justificar con estas
razones:
- Hacen posible el posible el desarrollo del lenguaje del lenguaje en cuanto al aumento del vocabulario, proporcionando, al mismo tiempo, modelos expresivos nuevos y originales.
- Despiertan la afición por los textos escritos.
- Estimulan la memoria y hacen evolucionar la estructura temporal.
- Favorecen la concentración.
- Permiten experiencias de comunicación y entretenimiento del niño en una atmósfera tranquila y relajada.
- Favorecen el desarrollo del gusto estético.
- Ayudan al desarrollo afectivo y social, en la medida en que el niñ@ puede comprender el significado de los valores sociales y humanos a través de la bondad o maldad de los personajes, así como las consecuencias de determinadas acciones. Presentan de forma simple y comprensible, los problemas humanos, y se asumen roles, valores y normas de sociedad…
Respecto a la narración de los
cuentos deciros que existe una gran diferencia entre leer un cuento y narrarlo.
Yo suelo narrarlo ya que es la forma adecuada de hacerlo, enriqueciendo así el
cuento con mis aportaciones personales, consiguiendo mayor interés por parte de
los niñ@s, eso además me permite tener más libertad para modificar y usar un
lenguaje más acorde a la edad de los niñ@s, así resulta más espontáneo, creando
una empatía (la corriente de simpatía que se establece entre los pequeñ@s y yo
es mucho más rápida e intensa). Suelo usar otras herramientas para atraer su
atención, como: gesticular con las manos, ponerme de pie, modificar la
expresión de la mirada o variar la modulación de la voz.
Uso
muchas pautas a la hora de narrar un cuento: selecciono el que más conviene en
ese momento, consigo el silencio de los pequeñ@s, me coloco frente a ell@s
sentada en el suelo, los miro directamente, comienzo con un tono suave, creando
un clima especial de misterio, suelo emplear fórmulas propias de comienzo y
final de los cuentos (érase una vez… y colorín colorado…), adapto el lenguaje a
la edad, aunque en ocasiones empleo palabras desconocidas para dar cierto aire
mágico a la narración, los narro sin interrupciones, con vivacidad y alegría
(rápidamente, pero no deprisa), modulo mi voz con los distintos personajes y
sus estados de ánimo, acompañando de gestos y expresiones y por último y más
importante mantengo el libro sobre mi pecho de cara a ellos (se hace un poco
más complicada la lectura pero es la mejor forma de compartir con ellos y que
puedan ver las imágenes). Seguro que me he olvidado algo, son cosas que hago
tan mecánicamente que he tenido que ponerme a leer un libro frente a un espejo
para enumerarlas todas.
Tras las narraciones y para poner punto final, usamos nuestro cuento para jugar en la selva, un ejemplar sin igual.
Una
tarea que tengo pendiente con ell@s es la elaboración de un cuento o Kamishibai,
pero el dibujo nunca se me ha dado muy bien, así que tendré que buscar a
alguien que me ayude con esa labor.
Por
cierto, lo nombro pero… ¿sabéis que es un Kamishibai? Literalmente
significa "drama de papel", es una forma de contar historias
que se originó en los templos
budistas
de Japón
en el siglo XII,
donde los monjes
utilizaban emaki
(pergaminos que combinan imágenes con texto) para combinar historias con
enseñanzas morales para audiencias mayormente analfabetas.
En algunas bibliotecas los tienen y también se pueden visualizar en la red.
Hace unos 6 años hice un curso muy interesante de Kamishibai, dejo pendiente un
día hablaros un poco más de ellos.
Espero
que os haya gustado.
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