Buenas
tardes a tod@s:
Ayer
estuve pensando y aunque nuestra labor en el Tipi es desde los 4 meses hasta
los tres años de edad, cierto es que hay niñ@s que son de primero de año y que
cuando se van de nuestros Tipis al cole están más cerca de los cuatro que de
los tres años y otros en cambio ni siquiera han cumplido los tres. Con lo cual
pensé que ya que había empezado y profundizado en este tema, sería bueno
acabarlo, no solo en los tres años, sino continuar toda la etapa de infantil,
es decir, tres, cuatro y cinco años, pensé que así completaba el tema y que a
vosotros os podría resultar interesante saber el resto de fases de vuestr@s
pequeñ@s.
Empezaré
hoy con el habla a los tres años (aunque os lo contaré en dos días ya que es un
poco extenso), en esta etapa, el proceso de desarrollo y aprendizaje del niñ@
le permite participar en nuevos contextos de interacción que le ofrecen una
mayor variedad de actividades y personas con quienes interactuar. Sus
experiencias de comunicación se enriquecen y, por lo tanto, su conocimiento del
lenguaje, al tiempo que le exigen una mayor destreza para poder expresar y
negociar intenciones, deseos y medios.
El
niñ@ es capaz de entender el lenguaje descontextualizado del adulto, siempre y
cuando este haga referencia a situaciones simples e interesantes para él. Su
competencia lingüística le permite, por ejemplo, seguir la narración de un
cuento con una trama simple sin soporte externo (como pueden ser las
ilustraciones de un libro), ejecutar de forma autónoma consignas dadas por el
adulto en la medida en que se refieren a situaciones conocidas por él (como
lavarse las manos) o comprender la anticipación que hace el adulto sobre una
actividad a realizar en un futuro próximo (como puede ser un paseo o una
excursión)
Es
capaz de expresarse con bastante habilidad en referencia al contexto compartido
pero todavía tiene serias dificultades para explicar sucesos no referidos al aquí
y ahora. Un niñ@ de tres años puede dejar muy claro, por ejemplo, que uno de
los alimentos que tiene para comer no le gusta, que quiere jugar a la pelota o
que tiene miedo a la oscuridad de su habitación por la noche. Pero cuando
quiere explicar algo que le ha sucedido a un interlocutor que no ha compartido
con él la experiencia, el interlocutor debe hacer un esfuerzo por organizar e
interpretar la información que el niñ@ le ofrece.
Esta
dificultad se explica porque todavía no ha terminado el proceso de
interiorización del lenguaje pero, también, por las características del
pensamiento preoperatorio (segunda etapa del desarrollo cognitivo propuesta por
Piaget que hace referencia a la capacidad de pensar la realidad por medio de la
función simbólica pero que aún no le permite operar a partir de la lógica). El
egocentrismo, la dificultad del niñ@ de ponerse en el lugar del otr@, tiene
como consecuencia que no controle aspectos básicos del conocimiento compartido.
El niñ@ de esta edad da por sentado que si él hace referencia a alguien o algo,
no necesita explicar a su interlocutor de quién o de qué se trata porque éste
lo conoce tanto como él. Por ejemplo, puede contar una historia sobre Toni, sin
necesidad de explicarnos si el tal Toni es su tío, un amigo del parque o el
perro de su abuelo. Otra dificultad agregada es que a pesar de iniciarse en el
dominio de las relaciones espacio temporales, todavía le cuesta organizar su
discurso a partir de la secuencia cronológica o de relaciones causales.
Os dejo con una foto de la guerra de almohadas que hemos hecho hoy.
La
semana que viene continúo con el habla en esta edad. Qué paséis un buen fin de
semana!!!
Esto nos ayuda a entender más y mejor a los pequeños y a evitarles frustraciones por no sentirse entendidos en sus historietas
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