jueves, 24 de abril de 2014

El placer de narrar y sentir los cuentos



Buenas y lluviosas tardes a todos.

Ayer os prometí que un día íbamos a hablar de los cuentos infantiles, la verdad es que pensaba dejarlo para más adelante, pero hoy el tiempo no ha acompañado (que suele ser bastante habitual en Pamplona, de ahí esa envidiable vegetación que tenemos) para salir a pasear y hemos decidido hacer un taller de cuentos, enlazado a los muchos y diversos que vimos ayer y a la lectura de los que adquirimos.

Como habréis visto en la parte dedicada al espacio y los materiales, en el Tipi Hibiscus tenemos un rincón del cuento, con ejemplares que voy reemplazando conforme a la edad de los niñ@s. Soy de la opinión que es un rincón que debe estar desde el inicio ya que afortunadamente hoy en día hay libros para todas las edades, los adecuados para los primeros meses son los que pueden manipular en materiales como el plástico o telas. Esta zona tiene la suficiente entidad como para ser permanente y programarse como el resto de rincones del Tipi: no lo usamos para completar momentos libres de la jornada.

Este rincón está situado en una zona accesible y tranquila para crear un buen ambiente para la lectura, la intención es que se transmita tranquilidad, es acogedor, cómodo, luminoso y su disposición facilita la comunicación. El suelo está revestido de un puzzle-alfombra y unos cojines para que los pequeñ@s puedan adoptar su postura preferida, todos los libros están en las estanterías contiguas y por supuesto a su altura.

El valor educativo de los cuentos es enorme y os lo voy a justificar con estas razones:

  • Hacen posible el posible el desarrollo del lenguaje del lenguaje en cuanto al aumento del vocabulario, proporcionando, al mismo tiempo, modelos expresivos nuevos y originales. 
  • Despiertan la afición por los textos escritos.
  •  Estimulan la memoria y hacen evolucionar la estructura temporal.
  •  Favorecen la concentración.
  •  Permiten experiencias de comunicación y entretenimiento del niño en una atmósfera tranquila y relajada.
  •  Favorecen el desarrollo del gusto estético.
  • Ayudan al desarrollo afectivo y social, en la medida en que el niñ@ puede comprender el significado de los valores sociales y humanos a través de la bondad o maldad de los personajes, así como las consecuencias de determinadas acciones. Presentan de forma simple y comprensible, los problemas humanos, y se asumen roles, valores y normas de sociedad…

            Respecto a la narración de los cuentos deciros que existe una gran diferencia entre leer un cuento y narrarlo. Yo suelo narrarlo ya que es la forma adecuada de hacerlo, enriqueciendo así el cuento con mis aportaciones personales, consiguiendo mayor interés por parte de los niñ@s, eso además me permite tener más libertad para modificar y usar un lenguaje más acorde a la edad de los niñ@s, así resulta más espontáneo, creando una empatía (la corriente de simpatía que se establece entre los pequeñ@s y yo es mucho más rápida e intensa). Suelo usar otras herramientas para atraer su atención, como: gesticular con las manos, ponerme de pie, modificar la expresión de la mirada o variar la modulación de la voz.

Uso muchas pautas a la hora de narrar un cuento: selecciono el que más conviene en ese momento, consigo el silencio de los pequeñ@s, me coloco frente a ell@s sentada en el suelo, los miro directamente, comienzo con un tono suave, creando un clima especial de misterio, suelo emplear fórmulas propias de comienzo y final de los cuentos (érase una vez… y colorín colorado…), adapto el lenguaje a la edad, aunque en ocasiones empleo palabras desconocidas para dar cierto aire mágico a la narración, los narro sin interrupciones, con vivacidad y alegría (rápidamente, pero no deprisa), modulo mi voz con los distintos personajes y sus estados de ánimo, acompañando de gestos y expresiones y por último y más importante mantengo el libro sobre mi pecho de cara a ellos (se hace un poco más complicada la lectura pero es la mejor forma de compartir con ellos y que puedan ver las imágenes). Seguro que me he olvidado algo, son cosas que hago tan mecánicamente que he tenido que ponerme a leer un libro frente a un espejo para enumerarlas todas.

Tras las narraciones y para poner punto final, usamos nuestro cuento para jugar en la selva, un ejemplar sin igual.



Una tarea que tengo pendiente con ell@s es la elaboración de un cuento o Kamishibai, pero el dibujo nunca se me ha dado muy bien, así que tendré que buscar a alguien que me ayude con esa labor.

Por cierto, lo nombro pero… ¿sabéis que es un Kamishibai? Literalmente significa "drama de papel", es una forma de contar historias que se originó en los templos budistas de Japón en el siglo XII, donde los monjes utilizaban emaki (pergaminos que combinan imágenes con texto) para combinar historias con enseñanzas morales para audiencias mayormente analfabetas. En algunas bibliotecas los tienen y también se pueden visualizar en la red. Hace unos 6 años hice un curso muy interesante de Kamishibai, dejo pendiente un día hablaros un poco más de ellos.

Espero que os haya gustado.

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