Buenas
tardes a tod@s:
Hoy
por fin hemos podido salir al jardín y comenzar a poner nuestra huerta urbana.
Tras días de agua, agua y más agua (ya se sabe, esto es Mordor), hemos
aprovechado para trasplantar las plantas de cherrys, pepinos y tomates.
L@s
pequeñ@s tenían muchas ganas y yo también, ya vamos un poco retrasados, pero
esperamos que al igual que el año pasado podamos recoger nuestros frutos.
Hemos
descubierto la primera fresa de la temporada, aún está verde, pero dentro de
unos días y con la ayuda del sol pronto la podremos compartir y degustarla
juntos.
También
hemos empezado a marcar las horas en nuestro reloj de sol. Y pensaréis, ¿no son
muy pequeñ@s para entender un reloj? Pues la verdad es que si lo son para
entenderlo en toda su dimensión y complejidad, pero algo lo entienden, como
sabéis yo sigo unas rutinas bastante marcadas y a veces me preguntan, ¿cuándo
vamos a almorzar? O ¿vamos a comer ya? Y yo les explico cuando el palito largo
esté aquí y el pequeño aquí iremos a comer.
Y
un día estando en el jardín y al recibir una de esas preguntas… me quedé
pensando dentro del cuarto tenemos un reloj, pero fuera en el jardín, no lo
tenemos y decidí hacer un reloj solar, si lo ponía de pila se estropearía con
la lluvia y si lo hacía de papel lo mismo, por eso me decidí por el solar.
Conseguí unas losas de pizarra, las taladré
para poder colgarlas y para poner la única saeta o palo que marcará con
la ayuda del sol la hora y hoy lo hemos colgado.
La
intención era ir marcando las horas con un lapicero para luego poner las horas,
pero… se ha nublado y sólo hemos podido poner las once. Cuando lo tengamos
terminado os lo mostraré. Tenemos también otra losa de pizarra para poner en el
otro jardín, ya que en este sólo podemos poner desde que amanece hasta las tres
y en el otro desde las tres hasta que anochece.
Y
mañana…. Fiesta, la asociación Cuidándote a la que pertenezco vamos a hacer una
fiesta de fin de curso.
Hasta
mañana!!!
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