martes, 13 de mayo de 2014

Jugando ante el espejo



Buenas tardes.

Hoy hemos estado trabajando frente al espejo el desarrollo visual.

El espejo es uno de los elementos más importantes en el desarrollo de l@s niñ@s durante los dos primeros años de edad. Los espejos forman parte de nosotros y gracias a ellos podemos estimular y conseguir que el niñ@ consiga un desarrollo básico en el conocimiento de uno mismo.

En educación infantil (y según el currículo), los bebés deben desarrollar tres ámbitos o áreas diferentes. Las cuales tienen la misma importancia en el constante desarrollo del niñ@.

Las tres áreas del desarrollo del niño son:
- Conocimiento de uno mismo. Donde el niño empieza a tener consciencia de sí mismo, sus habilidades, posibilidades... Además de crearse una imagen sana de sí mismo.
- Conocimiento del entorno: Consiste en aprender a relacionarse con todo lo que les rodea, la familia, los juguetes, los diferentes ambientes... 
- El lenguaje: Es la parte encargada en la comunicación del niño, como se hace entender, gestos, estados de ánimo...

El espejo está relacionado directamente con el área del conocimiento de uno mismo. La utilización del espejo para la educación infantil, no es nada nuevo, ya en los años 30, el doctor Jacques Lacan, presentaba toda una investigación relacionando la importancia de los espejos en los desarrollos de l2s niñ@s.

Los espejos y l@s niñ@s
¿Cómo ven l@s niñ@s los espejos? La percepción de los espejos, ira variando según la edad de l@s peques. 

Hasta los 6 meses, cuando ven su imagen dentro de un espejo, no la asocian con ellos mismos, dándole una importancia mínima, algo más que está ahí, aunque si tiene interacción con su imagen, no será para intentar entender que está ocurriendo.

Es a partir de los 6 meses de edad cuando l@s niñ@s empiezan a notar cosas raras en el espejo, como, la imagen que están viendo, les resulta muy familiar (a pesar de que el niñ@ hasta entonces no es capaz de reconocerse). La primera reacción que tendrá al reconocerse, será una risa y una cara de satisfacción, como le ocurrió cuando se descubrió los pies. Esta reacción que experimenta el bebé, no es continua, ya que la tan solo tiene una imagen delante y no es capaz de percibirlo como lo que es. Con lo que pasará de conocerse a verlo como una imagen, constantemente.

Es a partir de los 10 meses cuando empezará a tener mucha más interacción con el espejo, jugando con las manos, chupando su propia imagen, resultándole siempre una sensación muy satisfactoria.

La fase del espejo dura hasta los 18 meses más o menos, aunque el niñ@ seguirá disfrutando mirándose al espejo y jugando a poner gestos. 

¿Qué se potencia con los ejercicios que hemos realizado hoy ante el espejo?
Gracias a este tipo de actividades, el niñ@ está motivando la maduración del cerebro, concretamente en lo que concierne a la percepción y a cómo debe procesar la información recibida. Al reconocer los movimientos que realiza, consiguiendo mejorar la coordinación y la precisión en los movimientos.

El mirarse en el espejo, provoca la creación de su propio ego,  lo que estimula al niñ@ para mejorar.

Lo mejor es que sentemos al niño delante del espejo, un ratito solo, (sin que nuestra imagen se vea reflejada) para observar cómo está interactuando con él y que expresiones y sensaciones le está provocando su propia imagen.

Mis pequeñ@s actualmente ya se reconocen en el espejo, pero os voy a contar como hemos ido trabajando con él. La primero vez, me fui sentando yo con cada uno de ellos por individual, para que vean mi reflejo también (ya que mi imagen ya la tienen memorizada, para hacer que les chocara que yo estuviera en dos lugares a la vez.  Después empecé a interactuar con las imágenes del espejo. Primero, hacía movimientos con los brazos, delante de ellos, para que fueran capaces de observar a la vez las manos y la imagen de las manos, lo que le ayudó a discernir entre uno y otro. Y poco a poco fueron reconociéndose ante el espejo. 

Y si os preguntáis, ¿cómo sé si mi pequeñ@ se reconoce ante el espejo? Pues es muy fácil, lo colocáis ante él y le pegáis un gomet en la frente. Si la reacción del niñ@ es quitar el gomet a la imagen del espejo, aún no se reconoce, si por lo contrario,  va a su frente e intenta quitárselo, esa fase ya la ha superado.

Hoy hemos estado realizando movimientos ante el espejo. Les he cogido sus manos y las acercaba hasta que se tocaban a sí mismos una y otra vez. A la vez que hacíamos movimientos ante el espejo para llamar más su atención hacia el espejo, ya que aunque tod@s se reconocen, tienden a mirarme a mí cuando hablo y no a mi reflejo en el espejo. 




Luego nos acercábamos al espejo y nos separábamos. Nos quitábamos para dejar de estar reflejados. Más tarde hemos estado jugando a los gestos poniendo caras de sentimientos, daba la consigna yo y lo hacía primero para que l@s niñ@s me pudieran imitar. Por ejemplo ponemos cara feliz, cara triste... Con este ejercicio, además de para desarrollar el sentido de la vista, estamos creando nuestra imagen, estamos desarrollando el lenguaje expresivo…

Hasta mañana!!!

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