Buenas tardes a tod@s:
Hoy
y para quitaros el mal sabor de boca que os pudo quedar con la entrada de ayer,
hoy voy a mostraros, otra cosa que para mí también era desconocida y que me
encantaría llevar a cabo el día que esté embarazada, aunque no sé si seré tan
valiente para hacerlo.
Hace
unos meses una amiga me narró su parto en casa y me pareció algo maravilloso,
por la vivencia tan extraordinaria que debe ser, por el respeto total hacia la
madre y el hijo, por la no frialdad del hospital, por la libertad de
movimientos, deseos e impulsos que la madre tiene en ese momento y que no le
son coartados por nada ni por nadie, ella decide si quiere dar a luz tumbada,
en el agua, de pie… rodeada de su marido, la matrona y quien ella quiera no por
desconocidos.
La
matrona que llevó a cabo el parto de mi amiga, no sólo le acompañó en ese
momento, sino que la acompaño durante embarazo, parto y pos parto, cuidando la
seguridad diagnóstica pero cuidando también las necesidades emocionales, como
son la intimidad, la libertad y la grandiosidad que se necesitan en ese momento
tan especial.
Ella
como profesional del parto fue experimentada, sigilosa, discreta y respetuosa,
protegiendo el entorno de su parto y así ella parió con amor, rodeada de su
marido y de su hijo. La matrona se encarga de todo, de los materiales que
puedes o no necesitar para empujar (pelota de pilates, piscina…), de la
asistencia médica, de proporcionarte todo lo necesario y la seguridad que
necesitas en un momento tan importante. Porque no a todas las mujeres les
apetece empujar en una camilla en horizontal, es algo que se sabe llegado el
momento.
Y
otro punto muy importante, respeta, por supuesto el piel con piel, es el marido
o el hijo o ambos como en este caso los que cortan el cordón umbilical, el pequeño
en muy pocos minutos comenzó a tetar. Madre e hijo se acostaron y la matrona
antes de irse y comprobar que todo era correcto, dejó su casa como si nada
hubiera ocurrido. Si no recuerdo mal serían las 4 de la mañana cuando la
familia se acostó y nadie entró en la habitación de la madre ni a las 6, ni a
las 8 ni a ninguna hora para tomarle la temperatura, madre e hijo descansaron
juntos y cuando el pequeño demandó de nuevo mamar, su mamá estaba allí y no en
otra habitación, junto a él en colecho, toda para él, un auténtico placer.
Parir
en casa es hoy en España una opción minoritaria pero no era así hace unos años.
Concretamente antes de los años 60 del siglo pasado el parto era normalmente
asistido en casa por una matrona. Entonces, parir en casa no ofrecía la
seguridad necesaria en todos los casos, varios factores confluían en las
elevadas tasas de muertes de madres y bebés durante el parto: el hecho de tener
hijos muy seguidos, condiciones nutricionales y de salud no óptimas de la
mujer, hogares que no contaban con unos requisitos mínimos de salubridad (por
ejemplo, no tenían agua corriente o calefacción). En la actualidad, con las
condiciones de salud de la mujer, y de salubridad en el hogar, el parto en casa
es una opción segura. La percepción de que el parto en casa es menos seguro que
el parto hospitalario está basada en mitos y prejuicios sustentados en la falta
de información sobre la forma en que se desarrolla un parto normal y la
asistencia que, por tanto, en condiciones normales, se precisa. De hecho,
existen estudios que demuestran que cuando es un parto de bajo riesgo parir en
casa es más seguro que hacerlo en un hospital, pues en casa se dilata mejor, y
disminuyen las posibilidades de que la mujer sea sometida a prácticas
innecesarias por parte del profesional que le asiste el parto.
Si
te planteas parir en casa, es conveniente que tengas en cuenta algunos
aspectos. Según la primera guía de asistencia de parto en casa, elaborada por
el Colegio Oficial de Enfermería de Barcelona, cuyo objetivo es unificar los
criterios de actuación durante el parto y el postparto, para mejorar la
práctica asistencial de las matronas que se dediquen a la asistencia
domiciliaria, los requisitos para
que el parto en casa sea seguro y posible son:
- El plan de nacimiento se establezca
antes de las 28 semanas de gestación. A partir de dicha fecha, será cada
profesional el que valorará la conveniencia o no de atender a las
embarazadas que lo decidan posteriormente.
- Es recomendable que se hagan un
mínimo de cuatro visitas clínicas antes de la asistencia al parto, una de
ellas en el mismo domicilio de la gestante
- Las mujeres aportarán todos los
controles ecográficos y analíticos y otras pruebas complementarias
necesarias que se hayan realizado.
- La gestación será nada más de un
bebé y en presentación cefálica.
- El parto se asistirá en el
domicilio cuando suceda entre las 37 y las 42 semanas de gestación.
- Es necesario que los criterios de
normalidad se mantengan durante todo el proceso, es decir, que el embarazo
sea de bajo riesgo. Cualquier desviación se valorará particularmente y se
atenderá según convenga o se derivará en los casos necesarios.
- La elección de parir en casa ha de
ser una elección informada y libre de la mujer. Nunca se ha de convencer
ni imponer. Es crucial que la responsabilidad de la mujer y de su pareja
en la elección de parir en casa se establezca y se asuma desde el
principio.
- La gestante y su pareja, si la
hubiera, complementarán la historia clínica. Este documento será
confidencial y quedará archivado y custodiado por el profesional.
- Es necesaria la firma del
consentimiento informado.
- El parto debería desarrollarse en
un domicilio que cuente con agua corriente y calefacción y que tenga un
hospital a una distancia igual o inferior a media hora.
Un
posible peligro de acudir a un profesional que asiste partos en casa es confiar
"ciegamente" en la atención que nos van a prestar, dar por hecho
que será siempre un profesional "respetuoso". Hay mujeres que desde
el primer momento tienen claro que quieren parir en su hogar, pero en otras
ocasiones la mujer opta por el parto en casa, no porque esta sería su
primera opción sino porque tras un intenso turismo obstétrico (búsqueda de
distintas opciones, incluso a muchos km de distancia de su domicilio) "huye"
de la atención poco respetuosa que le ofrecen desde el hospital. Corre así el
riesgo de valorar toda aquella atención prestada "fuera" del entorno
hospitalario como respetuosa, cuando puede que no sea así. Es recomendable que
la mujer se informe y se plantee, también en el caso del parto en casa, que
atención quiere para su parto y si el profesional en cuestión se la va a
brindar. Es importante que formules al profesional con el que te plantees parir
en casa las preguntas que tengas sobre la atención que va a prestarte el
día del parto. Es conveniente hacerlo con suficiente antelación para poder
decidir con tiempo si la atención que te ofrece se ajusta a tus necesidades, o
no, y has de cambiar de profesional. Hazlo conforme un guión, para asegurarte
que ninguna duda queda por resolver.
Otra
opción es buscar un profesional que te atienda en casa durante parte del
proceso de parto (dilatación) y finalmente desplazarse al hospital para el
expulsivo, continuando allí éste su asistencia o no, según lo que se haya
pactado con él y las posibilidades concretas que permita el centro hospitalario
o profesional que finalmente atenderá el parto.
También
hay mujeres que buscan para su parto una doula (hablamos de ellas la semana
pasada) que la acompañe y le ayude a comprender el proceso del parto, aunque no
le asiste el parto. La doula puede acompañar a la mujer tanto en el parto
domiciliario como en el hospitalario, teniendo en cuenta que en el hospital
puede haber restricciones respecto al número de acompañantes permitidos, lo que
puede obligar a la mujer a tener que elegir entre los familiares y la doula.
Parir
en casa es una práctica habitual en algunos países de nuestro entorno, como
Inglaterra u Holanda, donde incluso el gasto queda cubierto por la Seguridad
Social. En otros países, como por ejemplo Suecia, Alemania y Austria, la
Seguridad Social cubre la mayor parte de la atención, quedando por pagar a la
familia la parte correspondiente a las guardias de la(s) matrona(s).
Sin
embargo en España el gasto del parto en casa no lo cubre la seguridad
social, ni todos los seguros privados, por lo que otro aspecto, y no
menor, que ha de valorar la mujer que va a parir en casa, o que va a pasar
parte del proceso de parto en casa asistida de un profesional, es el coste
económico. Es un precio importante, y es conveniente tenerlo previsto y ahorrar
para hacerle frente. Puede la mujer plantearse, solicitar el reembolso a la
consejería de sanidad o al seguro, en su caso, con la intención de evitarse -o
compensarse parte - de ese gasto, y también con un fin reivindicativo sobre la
conveniencia de que el parto en casa sea asumido por la seguridad social,
o por el seguro.
Os dejo con una foto de hoy que muestra el aprovechamiento de espacio en nuestro Tipi.
Hasta
mañana!!!
Si... Suena muy idílico... Pero... Y si algo va mal? Si te enteras de que algo va mal, vas al hospital y punto. Pero... Y si no te enteras? Yo tengo el recuerdo de una correcta atención durante el parto, guiándome, intentando tranquilizante y aunque sea en una habitacion de hospital, no vi impedimentos al piel con piel y yo salí de la sala de partos con mi hijo al pecho.
ResponderEliminarQuizá me equivoque, pero si mi parto no hubiera sido en el hospital, quizá mi hijo no estaría ahora conmigo.
Cada vez son más los hospitales que hacen correctas atenciones durante el parto, pero por desgracia no son todos. A lo largo de toda mi vida he oído más casos negativos que positivos sobre el parto irrespetuoso, cesareas innecesarias, maniobras de Kristeller, no piel con piel, pérdida de lactancia por ausencia de separación, que hacen que me plantee este tipo de parto, sé que implica riesgos y aún no sé si llegado el día reuniré el valor necesario para hacerlo, pero lo que sí se es que mucho tiene que cambiar la sanidad en materia de maternidad en este país o esta sigue siendo mi primera opción. Os dejo un enlace de los muchos que leo que hace que mi cabeza se decante más por el parto en casa que por el tradicional en un hospital.
ResponderEliminarhttp://www.elpartoesnuestro.es/relatos/ojala-mi-inne-cesarea-en-la-paz?field_centro_value=&category[0]=3&field_story_tax_tid[0]=717&sort_by=field_count_value&sort_order=ASC&page=1