Buenas
tardes a tod@s:
Continúo
con la entrada de ayer en la que hablaba de los reflejos. Hoy voy a enseñaros
una clasificación de los movimientos
reflejos del año 1987, según Oña, para que veáis más claramente para que
sirven.
- Extensores o posturales y de desplazamiento: Marcha automática, enderezamiento estático y natatorio.
- De aproximación u orientación hacia el estímulo (prensión): Grasping, succión, puntos cardinales y Babinski.
- Defensivos: Moro y parpebral.
- Segmentarios o localizados: Hipo, estornudo y bostezo.
Ya
sabéis que la naturaleza es muy sabia y que los bebés nunca dejan de
sorprenderlos, pues ahora os voy a hablar de la importancia de evaluar los reflejos del recién nacido y del valor
adaptativo de estos:
Los
reflejos proporcionan una manera de apreciar el estado del sistema nervioso del
bebé. Cuando existe daño cerebral, los reflejos son débiles o están ausentes o
en algunos casos exagerados y demasiado rígidos. Los reflejos también indican
que hay un daño cerebral cuando persisten en un punto del desarrollo que tenían
que haber desaparecido.
Pero
al mismo tiempo, hay que considerar que existen diferencias individuales en las
respuestas reflejas y que la valoración de estos reflejos deben combinarse con
otras observaciones del bebé para distinguir un adecuado o inadecuado
funcionamiento del sistema nervioso central.
Valor adaptativo de los reflejos
- Algunos tienen valor de supervivencia:
Respirar
o tragar.
Succionar.
El
reflejo de rotación ayuda a encontrar el pezón para comer.
El
reflejo de natación le ayuda a mantenerse a flote.
- Otros protegen al bebé de la estimulación no deseada:
El reflejo de parpadeo, le protege
de la luz brillante intensa.
El
reflejo de retirada es una reacción a estimulación táctil agradable.
- Hay algunos de nuestro pasado evolutivo que no sirven para ningún propósito en especial:
Reflejo del moro, en el pasado les
ayudaba a adherirse a la madre, cuando éstas los llevaban encima todo el día.
- Varios reflejos ayudan a padres e hijos a establecer una interacción adecuada:
El bebé coge cuando se le toca la
mano, y ello anima a los padres a responder cariñosamente.
- Varios de ellos forman la base para las habilidades motoras que se desarrollan posteriormente:
La marcha automática.
La
mayoría de los reflejos desaparecen en los seis primeros meses de vida, debido
a un incremento gradual del control voluntario sobre la conducta a medida que
el cerebro madura. Actualmente, no hay acuerdo sobre el papel que juegan los
reflejos en el desarrollo de la acción voluntaria. Así:
Se
sugiere que muchos reflejos forman las bases de las conductas complejas:
Aparecen diferentes movimientos de los dedos en el reflejo de presión,
dependiendo como se estimule la palma de la mano.
Determinados
reflejos como natación o marcha automática se pierden, pero las funciones
motoras implicadas se renuevan posteriormente en el desarrollo.
Algunos
reflejos están relacionados con la conducta voluntaria de manera sutil. Así el
reflejo tónico cervical prepara al bebé para coger cosas voluntariamente.
Hasta
mañana!!!
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